23 investigados por formar parte de una trama de furtivos que manipulaba precintos de caza
La Guardia Civil se ha incautado, además, 13 trofeos de corzo, 1 cráneo de lobo, 4 trofeos de macho montés y 123 precintos de caza
La mayoría de esos 123 precintos habían sido manipulados y han sido afectados 60 cotos de caza
Informa GC | Un total de 23 personas pertenecientes a una trama de furtivos que manipulaba precintos de caza para posteriormente reutilizarlos, está siendo investigada por la Guardia Civil, en el marco de la operación Ro3buk.
Se les imputan ha supuestos delitos de falsedad documental, furtivismo, encubrimiento, receptación y grupo criminal.
En la operación se han intervenido 13 trofeos de corzo, 1 cráneo de lobo, 1 congelador con especies alóctonas (cotorra nanday) pendientes de realizar taxidermia, 4 trofeos de macho montés y 123 precintos de caza, la mayoría manipulados.
Taller ilegal de taxidermia
La operación se inició en mayo tras tener conocimiento de la existencia de un taller ilegal de taxidermia en Móstoles (Madrid) y donde la Guardia Civil encontró gran número de trofeos y precintos de distintas temporadas, interviniéndose trece trofeos de corzo, así como un cráneo de lobo, sin precintos.
En otra inspección posterior se aprehendieron 4 trofeos de macho montés, también sin precinto, y 123 precintos de caza, unos con las fechas de caza alteradas y otros se habían duplicado.
Afectados 60 cotos
Entre las personas investigadas se encuentra el taxidermista y 22 personas más (cazadores y gestores de cotos), de Ávila, Burgos, Valladolid, Guadalajara y Madrid.
Sesenta cotos de Castilla y León, Extremadura y Aragón junto con los de las provincias de Guadalajara, Albacete, Toledo, Málaga, Castellón, Tarragona, Madrid, incluso las Reservas Regionales de Caza de Castilla y León y de Aragón, se han visto afectados.
Hasta el momento, se han esclarecido un total de 33 delitos y se ha procedido a la clausura del taller ilegal de taxidermia.
El Seprona pide la colaboración de los cazadores
La Guardia Civil ha pedido la colaboración de los cazadores para detectar este tipo de delito: «Son piezas clave para evitar que con estas actividades ilegales, los responsables de los cotos de caza como los aficionados a deportes cinegéticos se vean perjudicados, y que los furtivos, con su actividad ilícita, hagan que las poblaciones de ciertos animales disminuyan», señalan fuentes de Seprona.