20 cazadores prueban y evalúan la Munición Libre de Plomo de Azor Ambiental

A finales de la pasada temporada de caza, veinte cazadores tuvieron la oportunidad de probar los cartuchos cargados con perdigón libre de plomo que Azor Ambiental ha desarrollado tras varios años de investigación. La prueba se realizó en un coto intensivo de Guadalajara, donde los cazadores pudieron probar el funcionamiento del cartucho en perdices, faisanes y palomas zuritas.

Antes de comenzar la cacería, los veinte cazadores pudieron conocer más sobre la munición que iban a probar de la mano de José Antonio Moreno, presidente de la Federación de Caza de la Región de Murcia y de Antonio Prior, director de Servicios Técnicos de Azor Ambiental. Ambos hicieron hincapié en el trabajo que ha costado desarrollar un cartucho como el que se iba a probar esa mañana, partiendo de metales con toxicidad prácticamente nula y de las características tan adecuadas para la caza que nos ofrece el plomo.

El perdigón libre de plomo está formado por una aleación de Zinc, Estaño, Bismuto y Aluminio. Entre las características que anuncia su fabricante destaca la velocidad del cartucho, capaz de superar a la de la munición de plomo generando menor presión, y por tanto, repercutiendo en el confort y en la percepción de retroceso del tirador. Por el momento, se fabrican cuatro diámetros de perdigón: 2,50mm (10g/170 unidades, equivalente octava y media o novena), 2,75mm (10g/125 unidades, equivalente a séptima y media), 3,00mm (10g/100 unidades, equivalente a séptima) y 3,25mm (10g/80 unidades, equivalente a quinta o sexta).

Durante la cacería, los cazadores pudieron probar los equivalentes a séptima y séptima y media en 28 gramos, una cantidad notablemente inferior en peso a la que se suele utilizar en plomo, pero no así en perdigones, ya que la aleación con la que están hechos estos perdigones es menos densa.

Datos obtenidos en la encuesta realizada a los cazadores:

El 80% de los cazadores conocían la existencia del perdigón libre de plomo desarrollado por Azor Ambiental.

Cuestión 1: ¿Has oído hablar acerca de la munición libre de plomo?

Un 65% de los cazadores puntuaron a los cartuchos con una nota entre 7 y 9, ambos inclusive,  y un 10% le dio una nota general inferior a 5.

Cuestión 2: Tras haberlo probado. ¿Qué valoración general le daría?

El 50% de los usuarios consideraron que es una opción muy buena como alternativa ecológica al plomo, frente a la mitad restante que lo consideró como buena, regular o muy mala. Ningún cazador la puntuó como mala a secas.

Cuestión 3: La Unión Europea lleva años restringiendo y buscando alternativas al uso del plomo como el perdigón de acero. ¿Qué valoración le daría al uso de este cartucho frente a otras alternativas como el acero?

Todos los cazadores le dieron un aprobado al cartucho en cuanto al retroceso percibido, y el 55% con una nota igual o superior al 8.

Cuestión 4: ¿Qué sensaciones ha percibido respecto al retroceso?

 El 55% de los cazadores valoraron con una nota igual o superior al 8 la velocidad del cartucho, un 5% lo valoró negativamente en este apartado.

Cuestión 5: ¿Qué le ha parecido la velocidad de la munición?

Un cuarto de los cazadores encuestados suspendió al cartucho en su capacidad para abatir las perdices, faisanes y palomas que fueron objeto de la cacería. Este fue el campo peor valorado, solo el 50% de los cazadores puntuaron con una nota mayor o igual a 7.

Cuestión 6: ¿Qué puntuación le daría a la capacidad del cartucho para abatir los animales objeto de esta cacería?

Tres cuartas partes de los encuestados recomendarían este cartucho a otros cazadores frente a un 15% que no lo recomendaría.

Cuestión 7: ¿Lo recomendaría a otros tiradores?

 

En el campo que se dejó para observaciones y críticas constructivas, los usuarios reflejaron la preocupación por el precio; la sensación positiva al probar estos cartuchos; y la imposibilidad de introducir algunas unidades de estos cartuchos al ser más anchos.

Agradecer desde estas líneas la colaboración prestada en todo momento por Azor Ambiental y Granja Los Hornillos, que prestaron su material e instalaciones para que los 20 cazadores pudieran probar la munición libre de plomo.