1.449 ataques de lobo en Castilla y León son una situación «insostenible»

7 septiembre, 2018 • Noticias de caza

Una de las causas del aumento es la prohibición de cazar al norte del Duero, donde el lobo es especie cinegética, como consecuencia de una serie de sentencias dictadas por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

Los ataques del lobo al sur del Duero, donde es especie protegida, se han incrementado en el primer semestre del año en un 72 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. Así lo dio a conocer ayer el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que presidió la Mesa del Lobo, formada por organizaciones profesionales agrarias, grupos conservacionistas, la Federación de Caza de Castilla y León y empresas eco-turísticas. En este foro presentó la Memoria Anual de 2017, en la que se constata el constante incremento de los ataques de lobo en la Comunidad, con especial incidencia al sur del Duero, donde la especie goza de protección, situación que se ha visto agudizada en el primer semestre de 2018. En el año 2017, el número de ataques aumentó un 47 % al sur del Duero y disminuyó un 16 en la zona norte, donde sí es especie cinegética.

Según explicaron fuentes de la Consejería, la situación se ha agudizado en los seis primeros meses de este año, con un aumento de los ataques en un 36 % al norte y un 72 al sur del Duero, respecto al mismo periodo de 2017, pasando de 890 a 1.449 ataques. Además, los datos muestran que el principal incremento se concentra en determinados municipios de Ávila y Segovia, con una media de seis ataques diarios. Desde el departamento que dirige Suárez-Quiñones consideran que esta situación «es insostenible».

Una de las causas del aumento es la prohibición de cazar al norte del Duero, donde el lobo es especie cinegética, como consecuencia de una serie de sentencias dictadas por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León lo que supone, en la práctica, que este año en la temporada de caza que ya ha comenzado no se puedan apresar ningún cánido.

Los ganaderos manifestaron ayer su temor a que los ataques sigan aumentando dado que a día de hoy «hay una falta total de control, lo que supone que cada vez haya más ejemplares y más ataques», según señaló el presidente de Asaja en Ávila, Joaquín Antonio Pino, quien calificó la situación actual de «barbaridad» por lo que reclamó que «al norte del Duero se pueda cazar y al sur haya medidas de control».

Informa abc.es


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